Llegando a nuestra playa de hambre, frustración, dolor, miedo, etc.. Jesús viene a nuestro encuentro y se mueve en medio del cataclismo.
La playa del reencuentro.
Hemos reconocido al Señor en la playa, ahora debemos identificarnos nosotros para poder crecer en nuestra experiencia con Jesús y la vida de fe y milagros en constante avivamiento.
No somos, pero vivimos en el mundo con Jesús.
Él viene y se mueve en medio del caos.