REMENDANDO REDES
Cuando nos reconocemos imperfectos nos libramos del peso que el mundo hoy nos exige.
Jesús nos toma, así, imperfectos, rotos y nos remienda.
El no nos olvida, NUNCA nos abandona, ni nos desecha, El va uniendo las sogas que se habían cortado, desenredando los nudos, va poniendo en buenas condiciones de nuevo nuestras redes.
Esto es lo que Jesús quiere hacer con nosotros y a través nuestro.
Remendar las redes rotas.