Sueños despiertos

RVNTestimonios

A veces, cuando uno cuenta los milagros le gustaría fotografiar todos los dolores previos, todas las dudas… y como el Señor llega en el momento justo para despertar nuestros sueños, y es por gracia, no hay otra explicación.

Querido pastor:
El 24 de marzo, día Nacional de la memoria por la verdad y la justicia, fuimos como todos los años, con la familia, a la plaza.
Cuando saliamos de la Plaza vemos pasar al intendente de una localidad de zona sur y lo saludamos, el hombre se detiene. Lo felicitamos por su gestión y le mencionamos que hace muchos años, Leo, mi compañero, había presentado un proyecto de murales y aparentemente lo habían cajoneado, luego de un tiempo, éste había sido aprobado por otra gestión y declarado de interés cultural. La secretaria del intendente, anotó nuestro teléfono y dijo que se comunicarían, porque justo necesitaba muralistas.
Nosotros nos olvidamos de eso…

Un día, estaba orando por mi familia con esa oración que es del corazón y en especial oré por mi compañero con mucha fuerza. Leo, ya hacía mucho había renunciado a su sueño de pintar, las obligaciones y su mujer emprendedora (yo) no permitían darse ese lujo. El se hacía cargo del alquiler y de los gastos, en la oración puse todo ese dolor que yo sabia que él tenía. En ese mismo momento sonó el teléfono, era la secretaria del intendente, que quería confirmar una entrevista, y me dijo que era muy importante que el fuera.
Lo acompañé, llegamos nos atendió, y propuso empezar ya mismo a trabajar como coordinadores de los murales a los dos, que el salario lo fijáramos nosotros, no nos preguntó nada…
Sin preguntas, pero también sin influencias ni acomodo de ningún tipo, había logrado el empleo
A veces cuando uno cuenta los milagros le gustaría fotografiar todos los dolores previos que pasamos, todas las dudas… y como el Señor llega en el momento justo, jamás se demora, y es por gracia, no hay otra explicación.
Gracias Guillermo y a Dios por usarte por traer palabra verdadera que se cumple siempre.
Te queremos mucho.
Ana Quinto